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El contraataque de Ucrania es difícil, según Occidente, ya que Rusia se resiste
A pesar de que Rusia ha perdido la mitad de su efectividad de combate desde el año pasado, Kiev está luchando contra las duras defensas del Kremlin, según afirman los aliados occidentales, ya que la resistencia rusa es más fuerte de lo esperado, con campos de minas, fortificaciones defensivas y una falta de cobertura aérea que han frustrado cualquier esperanza de un avance rápido.
«Va a ser muy difícil. Va a ser muy largo y va a ser muy, muy sangriento», dijo la semana pasada el General del Ejército de los Estados Unidos, Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto.
El comandante militar del Reino Unido, el Almirante Tony Radakin, ofreció una evaluación similar el martes, diciendo que el contraataque «será deliberado, metódico, aquí no habrá nada que sea rápido».
Las evaluaciones occidentales del contraataque, las primeras que se comparten públicamente, resaltan los desafíos que enfrenta Kiev mientras busca expulsar al ejército ruso de aproximadamente el 20% de Ucrania que aún está ocupado. Los éxitos en el campo de batalla ucraniano también son importantes para mantener el apoyo en Occidente, que ha enviado miles de millones de dólares en ayuda militar.
El ejército ruso se ha debilitado considerablemente después de su invasión de 16 meses y está exhausto tras una ofensiva propia que solo logró éxitos menores.
Desde 2022, los rusos han perdido alrededor del 50% de la efectividad de combate de su ejército, con un gasto de 10 millones de proyectiles y la pérdida de más de 2.000 tanques, según Radakin.
«Rusia está tan debilitada que no tiene fuerza para un contraataque significativo», afirmó.
Sin embargo, las fuerzas rusas han pasado meses preparándose para un contraataque ucraniano que se espera despliegue decenas de miles de soldados entrenados y equipados por Occidente. Los funcionarios ucranianos afirman que Rusia tiene como objetivo debilitar el contraataque de Ucrania y luego buscar un alto el fuego para rearmarse y perseguir su principal objetivo de controlar a su vecino.
El progreso ha sido lento desde que Ucrania lanzó su contraataque en junio, ya que las fuerzas se enfrentan a densas defensas rusas.
Ucrania, que aún mantiene la mayor parte de sus fuerzas entrenadas por Occidente en reserva, ha avanzado varias millas en el sureste y ha tomado varios pueblos en su avance hacia el Mar de Azov. Los altos funcionarios ucranianos afirman que las fuerzas avanzan con cautela en un esfuerzo por preservar vidas y equipo preciado, y se han quejado de que el apoyo de Occidente ha sido insuficiente.
